Primero está la estrella. La estrella fundida. Una estrella a punto de apagarse. A punto de palmar, por así decirlo. Y luego estamos nosotros. Brus y Pelayo. No sabemos nada de electricidad que pueda salvarle el culo a nuestra amada estrella. Pero que no cunda el pánico. No perdamos los nervios. Vamos a currárnoslo. Haremos todo lo posible para que esta estrella vuelva a encenderse. Y sobre todo que brille. Que vuelva a brillar.