Estoy
llegando a mi destino
y
sé que las olas
me
alcanzarán.
Que
no me quedará otro remedio
que
aprender a respirar bajo el agua,
o
morir bajo su peso.
No
hay más cruces que besar
ni
más armas que disparar.
Me
ahogaré con mi propio vómito
antes
que morir
bajo
los pies
de
la espuma.
Dejaré
que la birra
corra
por mi sangre
y
vomitaré
BILIS.
Vomitaremos
juntos.
TUA CULPA.
Me evitas una y otra vez.
Te
busco sin cesar.
Teorizas sobre la inexistencia del
amor de las estrellas.
Universo de goma.
Gomas
pinchadas.
Cara
de póquer.
Buscas el mundo feliz - si
te atreves a buscarlo.
Inyecta adrenalina al universo
y
disfruta viendo cómo revienta el mundo.
Y lees de
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Y luego,
¡¿de
quién es la culpa?!
MEA CULPA.
Hoy
he llorado y he follado.
Lágrimas
y semen
corriendo
hacia su destino.
Besé
la lona
y
ahora GOLPEO el cielo.
Es
todo esto lo que me hace continuar:
Saber
que después de la tormenta
viene
la brisa.
El
éxtasis y la absoluta paz.
Los
abrazos sin ropa.
El
amor sin hache.
Los
besos pegajosos
que unen
nuestras bocas
sucias.
EL
TEATRO.
Un hogar, cargado de
aplausos,
sonrisas,
lágrimas,
flores,
MAGIA.
Los bailarines calientan,
los actores hacen gorgoritos,
el
violinista da la nota.
Y entre bastidores se
recuerda la perfección.
Sube
el telón.
La Magia vuelva.
Sonrisas.
ANTEMORTEM.
Soy totalmente consciente
del daño que puedo hacerle
al mundo.
Puedo escupirle a TODO
y no dejar NADA
en pie.
Es cuestión de ponerse.
La maldad se estudia, se aprende.
Se practica.
Como el sexo.
Como follar sin condón.
A pelo.
Correrse en la cara del BIEN,
y dejarle claro,
que puedo
QUIERO
y que no dudaré
en hacerle
daño.
ES LA VERDAD.
Intrínseca para la
realidad.
Sólo existe una, y
siempre se hace ver.
Si conoces las cuatro
esquinas de un fenómeno
la
encuentras.
El infinito se hace
finito.
Este poema viene de sangre de una
bombilla
acuchillada por la daga
del amor.
Aquella bombilla
acuchillada, yace en las heces de Destino,
esperando
desintegrarse en
el olvido
POSTMORTEM.
El parche le ocupa toda la cara.
La gloria
de estar queriendo sin ver.
Sentir
los pasos alrededor de la tumba.
De
tu sepulcro.
De las manos nacen hormigas,
que corroen las ideas que yacen en tu mente.
Esclavo
del destino.
Pasajero
sin billete.
No queda mucho por lo que luchar en el mundo
de
los sueños.
Cada
vez quedan menos.
Están
acabando con todo.
Yazgo sentado observando
un
trozo de piedra,
cual
televisor,
leyendo tu epitafio.
Descansa
en paz,
maldito
capullo.
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