CAPÍTULO 4: La ciudad de la vaca multicolor.

1

Te ignoraba pensando que los palos no los daría la vida. Pretendías demostrarme lo bonito que es equivocarse. Estoy harto de centrarme en el pasado, de no saber ver el futuro. Cada vez que pienso algo, mi subconsciente lo rebate con el eco de ese mismo pensamiento. Busco la luz que me lleva al pueblo de colores. Busco vagar por países desconocidos buscando la respuesta que no encontraré nunca. Me estoy buscando, y no me encuentro.

Ando perdido, por un bosque aislado, donde los árboles flotan en el aire, donde las personas no tienen piernas, donde el camino está borroso, donde el aire ahoga.

Un coche sin caja de cambios. Una casa, sin cocina. Un paisaje sin cielo. Un árbol sin tronco. Una cara sin sonrisa. Una vida sin amor.

Bienvenidos a la estrella fundida.

  

2

Ya no hay más mentiras que contar.

Solo quedan las verdades.

El mundo está al revés

y no sabemos si tocamos el cielo

o besamos el suelo.

Pura y puta confusión.

El vaso medio lleno

o el vaso medio vacío.

Ya no hay puntos de vista.

Estamos aquí parados,

desterrados,

esperando el exterminio que nos haga, por fin,

desaparecer.

No tenemos casa ni patria,

ni lugar ni salida,

ni calcetines limpios,

ni zapatos rotos.

Solo pies descalzos ,

tierra mojada

y la sensación de que jamás

volveremos a pisar

firme.

3

El nudo de la garganta comienza a disiparse. Se retira el diablo de las entrañas. Se retira la mar creciente, que chocaba con las esquinas de tu corazón. Tu corazón, con más esquinas que un cuadro cubista, llora mi presencia. Demuestra tus latidos y no demuestres que bombeas sangre.

Tras un tiempo aciago toca andar y reflexionar. Hoy te he visto pasear con tu cisne de cristal, con una grieta que rompía la ciudad. Una vez más, una vez más.

Tengo hambre de sueños. Busco sueños para dormir. La libertad queda intrínseca al pensamiento. La sonrisa se desvirtúa si se desvirtúa su fin. Quiero convertirte en el rostro de mi felicidad, el rostro de mi vida. El hermano de la nada. El marido perfecto. La mujer anclada en su destino. La mujer que marca modas sin seguir ninguna.

4

HUIR de todo y no llegar a ningún sitio. Abrazado a uno mismo, sin más manos a la vista que las propias. Sólo en el camino, abandonado, sin un horizonte al que mirar. Tan solo cristales en el suelo que cortan mis pies. Batallas que arrasaron terrenos grises. Calaveras de almas que se fueron hace ya mucho tiempo. Todo tan triste y a la vez tan hermoso. Pero el tiempo perdido al final sirvió de algo. Acabar solo no es más que un aliciente para caminar hacia delante, nunca estancarse, nunca mirar atrás. La muerte me espera ahí enfrente, pero mis pies no cesan de andar. Solo necesito un empujón, una ráfaga de aire para dejar de ser pólvora mojada y convertirme en un disparo certero. Un disparo en la frente. Una gota de sangre derramada sobre el terreno para que las flores vuelvan, de nuevo, a crecer.

5

Solo busco el sentido de la vida. Quiero volver a verme en un espejo. Reflejos que muestran la capacidad de la vida, de forma hueca. En mis oídos se reproducen las últimas canciones que existieron antes de que Dios muriera. Y ahí estaba, el tipo gordo, sentado en  una piedra, observando el tiempo pasar, reflexionando. Como un cine, se proyectaban sus pensamientos sobre el cielo. El aurora boreal se enfrenta a argumentos racionales, sacados de diarios del holocausto, enseñándose a sí mismo que el enfrentamiento entre iguales es una danza sin fin. Viaja y baila conmigo, déjame que te cuente el secreto de las flores, déjame que te cuente que el sabor de mi boca lo repite la luna en su cara oculta. Déjame que sea el dueño de tus sueños- Déjame quererte y ser la persona que te encuentra en el interior. Rompe las ventanas y que suenen las ranas cantando en la noche.

6

Seguimos caminando. Estamos cansados. Besamos el barniz de los árboles. Bebemos el agua contaminada del río. Nos saciamos comiéndonos los unos a los otros, como yo os he amado. Puro canibalismo. Sangre fresca. La desesperación es una broma de mal gusto. Mientras los pies se muevan, el mundo seguirá rodando. Y todo lo demás es cuento.

7

Compites con tu sombra. El sombrero deja de querer estar sobre tu cabeza. ¿Qué sentido tiene competir? La bamba negra que sigue sin ver más allá de sus narices. Padres que se pelean por el amor de sus hijos. ¿Te quiere tu hijo? Ganaderos que se pelean con vacas que no dan suficiente leche. Azota y agita.

Hay que empezar a plantearse los valores sobre los que estamos fundamentados. Deciden borrarte del libro de familia. Te borran de fotografías donde apareces sentado mirando al pasado, pensando en lo malo que fue y esperando que el futuro sea mejor. Entre tanto, no disfrutas del presente y el futuro se te esfuma.

Aprende una cosa, la vida es un mar lleno de mierda, sólo hay que aprender a abrir la boca en situaciones oportunas y a bucear con los ojos cerrados. La vida: ese juego del que nunca saldremos vivos.

8

Consumido. El cigarro. El cuerpo. El alma. El cenicero lleno. Las piernas cruzadas. Último asalto. Salir por patas si la cosa no funciona. Única solución. Hay un tío que nos mira desde afuera, como si tratase de saber qué cojones pensamos hacer al final, si hemos tomado al fin una decisión. Nosotros sabemos que no, que no hemos llegado a ninguna conclusión. Que preferimos no decidir nada. Que preferimos que no haya final.

Y no lo habrá.

  

THE END.