Podría escribirte los versos más tristes, cutres y jodidos esta
noche. Podría escribirte una ñoña canción de amor mientras empuño una pistola y
disparo flores. Podría besar la lona mientras Cupido me masacra con sus
flechas. Sin embargo, prefiero abrazarme a la luna por la noche, antes que el
sol derrita mis párpados por la mañana. Prefiero dejar que nuestros labios
fluyan, cobren vida, y la iguana corra entre nuestras gargantas. Prefiero
morder tus pezones y dejar que la palabra se esconda en el barro.
Bienvenida a la estrella
fundida.
Cuando escucho al frío entrar, cierro la ventana y te arropo. Me incorporo,
evitando que la cama chirríe, enciendo un cigarrillo y echo un trago de agua.
Con el pelo revuelto y la oreja infectada, te miro dormir. Respiras, tapada hasta el cuello, acurrucada
junto a la pared. La cama deshecha, revuelta. Nuestra ropa por el suelo,
poblando la estancia. Mientras tú estés ahí, no habrá nada que temer, no habrá
tiempo perdido, no habrá ceniceros vacíos. Apago el cigarrillo, te doy un beso
y dejo que la luz duerma. Y sueño. Te
sueño.
3.
El sueño nos invade, pero no sabemos cerrar el pico. Me cuentas,
te cuento, nos contamos. Mis brazos abrazan tu cuerpo. Mis manos manosean tu
cara. Tus ojos sonríen. Los míos responden. La puta eternidad jamás será
eterna. Al menos, no en esta cama. Podrían pasar días y aquí seguiríamos, pegados
al colchón, codo con codo, culo con culo, lengua con palabra, palabra con
labio, labio con beso. Beso a beso, polvo a polvo: tormenta y calma. Lluvia.
4.
se me ha
jodido el paraguas
lo siento
esta vez tendré que
besarte
bajo la lluvia
5.
Cena romántica. Velas. Vino barato entre el hielo,
enfriándose y encendiéndonos. Amor a primera, segunda o tercera vista. Anillos
de papel. Fotos en pareja. Hierbabuena. Osi observando la escena. Brindis. Prinzezah hórfica desertizada. Maromo
con barba y oreja infectada. Futuro casamiento.
6.
Deshaciendo camas, ensuciando sábanas. Tumbados los dos,
desnudos; sexos y palabras al aire. Alicia y Alberto. Los críos durmiendo. Mi
mujer currando. Las fresas en la nevera. La nata, sobre mi mesita. La luz
apagada a tu gusto, encendida al mío. Los tiempos muertos renaciendo. Las velas
consumiéndose. Juego de piernas. Entusiasmo. Psicosis. Adicción.
7.
El sabor a tabaco en mi boca. La respiración entrecortada. El
beso en los labios resecos, rasgados por el frío. Mis gafas de sol mirando tus
ojos. Nuestras narices chocando, peleándose. Nuestras lenguas destrozándose a
puñetazos. Confianza en el ambiente.
8. NADA tiene orden
(PARTE I)*
NADA tiene orden, todo lo hago
por instinto, sin razonar el porqué, actuó y punto. Nada acaba de llenar el constante vacío
que baila por los rincones de mi cabeza. ¿Dónde ha quedado ese clip que active
el play para que todo funcione? Algo obstruye ese funcionamiento,
insistentemente, casi asfixiando. Mi cabeza me envía la señal de acabar con
circunstancias inusuales, que conviven en mi presente, para recobrar el orden y
así volver a funcionar, pero cómo cerrarlo. El camino no es ese, el día a día
no se hace así. Adiós, te tiro en el olvido, y continuemos. Siento una presión y
unas ganas locas de centrarme en el mí de siempre, del de toda la vida, YA.
9. NADA tiene orden
(PARTE II)*
Alomejor existe ese momento que tanto vértigo sentía cuando pensaba en que podría llegar, y finalmente llega. Alomejor esos que siempre creías que estarían, un dia ya no están. Simplemente las cosas dejan de conectar. Falla la conexión, por motivo A o B. Cuando hay lastre entre emisor y receptor, el mensaje no llega, y no completamos la conexión. Más que nunca me siento una extraña en mi mundo.
10.
Es el espacio enamorándose del tiempo. Es el feto mareao. Son los mordiscos en el cuello. Son
los ojos y el papín. Son las horquillas, perdidas por todas partes. Son los
segundos, los minutos, las horas en mi cama. Son las noches de incógnito en la
tuya. Son los besos cortos que terminan siendo largos. Son las Instagram con brillo, pero sin marco. Es
la barra de tu oreja. Son los aros de la mía. Son las noches. Los desayunos. Las
despedidas. Los rencuentros. Son, las
tripas sonantes.
* Los textos 8 y 9 son de Almudena Sarria.
Me encanta, los pelos de punta, esto es amor, si señor!
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